miércoles, 18 de noviembre de 2009

maltrato hacia las ballenas




Antiguamente para cazarlas, se oteaba el mar desde atalayas costeras y, tras divisar sus soplos, se alertaba a la poblacion. Entonces, en pequeñas barcas o txalupas botadas desde la costa, los marineros remaban al lugar indicado por el atalayero y, con arpones de mano, cazaban, primero, a las crías, tanto por ser más fácil como para evitar que las madres huyeran, esperanzadas en recuperar a su vástago. Un sólo ejemplar proporcionaba cientos de toneladas de carne y otros muchos productos (barbas, huesos) muy usados por estos pueblos. El famoso aceite de ballena impulsó la caza, en una época en la que el único combustible disponible para iluminarse era el aceite animal y de un ejemplar podía extraerse cientos de barriles de grasa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario